Por primera vez en su historia, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Silao (SAPAS) reprobó en la estructuración de su paquete presupuestal. El Cabildo silaoense decidió echar por tierra el anteproyecto de presupuesto del SAPAS por errores e inconsistencias.
Tras un minucioso análisis en la última sesión del 2020, el Ayuntamiento de Silao determinó dar manotazo sobre la mesa y exigió que el presidente del Consejo, Víctor Ramírez Nieto, y la directora general del organismo operador, Ivonne Solís, transparenten el uso de los dineros, destinen más recursos al rubro de infraestructura social y disminuyan los gastos vanos e innecesarios.
Tan sólo en dos años, las y los integrantes del Consejo Directivo del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Silao (SAPAS) aumentaron su percepción mensual, de 8 mil a 27 mil 698 pesos, además de los 4 mil pesos que perciben para combustible y los 3 mil pesos de complemento alimentario.
En vez de gestionar el incremento de las acciones que benefician a la sociedad, el Consejo Directivo del organismo descentralizado aprobó que presupuestar un total de 60 millones de pesos para consentir al personal con mejores salarios y más prestaciones durante el ejercicio 2020, mientras que para infraestructura social sólo destinó 20 millones.
Ivonne Solís, “ahijada política” del ex alcalde Jorge Galván, y Víctor Ramírez Nieto, quien aspira a ocupar una regiduría por el PRI para el trienio 2021-2024, tienen ahora la responsabilidad de reestructurar el presupuesto al cuarto para las 12.