No fue una sorpresa que Melanie Murillo haya ganado en Silao. Ella reunía todos los requisitos que la ciudadanía venía exigiendo para salvar a Silao de la basura, la opacidad, la corrupción, la pereza burocrática y otros virus que aquejaban al municipio. Carlos García llegó sumamente desgastado a su campaña electoral, sin ánimos y con bajísimos puntajes en aprobación ciudadana. En su papel de Alcalde, Carlos García nunca tuvo índices aprobatorios ni logros propios, porque la mentira y la simulación lo caracterizaron desde el primer día de su mandato, cuando anunció un (falso) teleférico que nunca se hizo. Encubrió a casi una docena de acosadores sexuales que clavaron la uña en la nómina municipal, se enlodó con un presunto desvío de 4 millones 199 mil pesos y, para colmo, se involucró como tóxico en la «tortura» que ejerció contra su ex asistente particular. Tampoco pudo resolver el problema de la basura y jamás mostró resultados del aparente enlace con el puerto Lázaro Cárdenas.
Carlos García nunca midió o nunca detectó los avances de su oponente y su equipo de campaña electoral se dedicó a dormir plácidamente en la hamaca de las suposiciones, sin tener datos de la percepción ciudadana ni del contexto silaoense. A Carlos García lo absorbió la comodidad de su cargo y a su equipo lo envolvió la aura de triunfalismo anticipado, la misma que atrapó al panista Peña Gallo en el 2021.
Melanie Murillo ganó por las propuestas que presentó y por algunos acentos de disrupción en su campaña promocional. Mientras ella llevaba sus propuestas a la conversación pública, Carlos García sólo lanzaba frases triviales de triunfalismo mediante sus redes. Carlos García nunca presentó propuestas y nunca dialogó de cerca con la ciudadanía. Basó su despliegue escénico en mitines oscuros con decenas de funcionarios que sólo acudían por obligación para rellenar los huecos que provocó la ausencia de mensajes clave. Carlos García no tenía elementos para ganar, eso estuvo desde el principio. Tuvo un arranque flojo y jugó a lanzar porquerías contra panistas, periodistas y activistas. Así perdió Carlos García.