Diversas regiones del gremio magisterial siguen a la espera de una cita con el dirigente de la sección 45 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Rigoberto Macías, quien una vez más le cerró las puertas de la sede sindical a la mesa de diálogo, a pesar de estar bajo la lupa de la cúpula nacional por «resbalones» que ahorcan al magisterio guanajuatense.
Según los señalamientos que se han derramado sobre Macías, no hay interés de su parte para defender los derechos salariales y prestacionales del gremio magisterial, dejando en manos de sus inexperimentados asistentes los temas más complicados en la cada vez más tirante relación con la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG).
Las y los docentes aún confían en que Rigoberto Macías recapacite y acepte instalar una mesa de diálogo para intercambiar puntos de vista con las y los representantes de las regiones de la sección 45 sobre las deficiencias en materia de atención a quejas e inquietudes. A un año de haber asumido el cargo de dirigente sindical, Macías se mantiene encerrado dentro de su propio círculo de consejeros, quienes le impiden ver más allá del escritorio, denunció la parte inconforme.